Marco Richter se zafa de la presión del jugador del FC Augsburg.
Primer equipo | 28 de noviembre de 2021 10:19

Déjà-vu

La mirada perdida, manos en las caderas y gesto desconcertado. Esta era la postura de muchos de nuestros blanquiazules tras el pitido final. Algunos pudieron pensar que fuese el Día de la Marmota, como la película de Bill Murray. Nuestros chicos volvieron a mostrar buen juego pero no pudieron materializar el 2-0 en el marcador, y finalmente nuestro rival empató en el último suspiro. "El partido no se acaba hasta que el árbitro pita el final. Tenemos que defender hasta el pitido final", declaró Pál Dárdai, que experimentó un desagradable déjà vu con su equipo. "Definitivamente es el sexto punto que regalamos en los últimos minutos".

Marco Richter y sus compañeros celebran el 1-0 contra el Augsburg.
Sin extravagancias. Marco Richter celebra respetuosamente el gol contra su antiguo club

Dos goles anulados.

 

También hubo oportunidades para que Berlín celebrara tras la segunda parte, pero el portero visitante Rafał Gikiewicz o las posiciones de fuera de juego blanquiazules se interpusieron en el camino del 2-0. El portero del Augsburgo salvó un intento de Suat Serdar a la hora de juego, y los supuestos goles del rematador Jordan Torunarigha (74') y Jovetić (79') fueron anulados.

En esta fase, los del FCA también tuvieron su mejor ocasión para marcar, pero el portero Schwolow salvó dos veces a André Hahn y a Iago, y Andi Zeqiri finalizó la jugada por encima de nuestro larguero (78’). Después, parecía que nuestros Herthaners podrían salvar la ajustada victoria, hasta que ocurrió el déjà vu en el séptimo minuto añadido. "Tenemos que marcar el segundo gol, así no sufriremos tanto al final", fue como calificó el entrenador Dárdai el desafortunado desenlace.

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El partido no se acaba hasta que el árbitro pita el final. Tenemos que marcar el segundo gol, así no sufriremos tanto al final.
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-Pál Dárdai

Doloroso empate tras una agitada jugada en el banderín de córner.

En una frenética fase final, los visitantes hicieron una última carrera y empataron por medio de Michael Gregoritsch en la última jugada. Esto fue precedido por una disputa en el banderín de córner del Augsburgo. "No sé qué vio el árbitro. Mi oponente me golpeó deliberadamente en la zona genital, lo que fue ignorado. Entonces el Augsburgo sacó la falta a 20 metros del córner y la jugada acabó en gol”, describió Davie Selke. Nuestro número 7 no ocultó lo dolidos que estaban los blanquiazules por perder más puntos en los últimos minutos. "No estábamos de acuerdo con la decisión y realmente queríamos ganar este partido. Mi estado emocional es nefasto". Su compañero de equipo, Jastrzembski, opinó lo mismo. "Estoy molesto y cabreado. Hemos merecido ganar y luego hemos encajado otro estúpido gol de la nada. Es un fastidio porque hemos hecho un buen partido", resumió 'DJ'.

 

Devolver los regalos y mirar hacia delante.

El entrenador adoptó una visión más pragmática de los acontecimientos a los pocos minutos. "Al final devolvimos el regalo, tenemos que tener más cuidado", dijo Dárdai refiriéndose a nuestro primer gol y no quiso culpar al árbitro, que mostró la tarjeta roja al segundo entrenador Zecke' Neuendorf tras las discusiones que rodearon el tardío empate. "No tuvimos que discutir la situación antes del 1-1 durante tanto tiempo, eso nos distrajo del objetivo; esas son pequeñas cosas que son decisivas", dijo el húngaro. Otro empate en casa que sabe a poco para los blanquiazules. "Todo el equipo ha trabajado mucho. Pero no sirve de nada, ahora tenemos que analizar y trabajar el partido", dijo Marco Richter, obligado a mirar hacia adelante. "Las cosas positivas nuestra actitud en el campo, el buen trabajo durante la semana... eso es lo que tenemos que llevarnos a Stuttgart", subrayó nuestro delantero. El próximo domingo (05.12.21), nuestro equipo se enfrentará al VfB Stuttgart con el objetivo de ganar y evitar otro desagradable déjà vu.

 

por Konstantin Keller